27/2/09

¿Estamos evitando casarnos? ¿o es por la crisis económica?

Matrimonio por: Giselle Balido Fuente: Vanidades¿Está en crisis una de las instituciones más antiguas de la sociedad? El índice de divorcio a nivel mundial, y el desencanto de muchas personas, parecen indicar que es así. De acuerdo con los expertos, existen formas de vivir un matrimonio feliz... A pesar de la presión que le pone su madre, Sandra sigue aplazando sus planes de boda con Víctor, su novio desde hace cuatro años. Cuando sus amigas le preguntan por qué no muestra un verdadero interés en fijar la fecha de "el gran día", la joven de 24 años duda si decir la verdad: que le ha perdido la fe al matrimonio como institución; que no entiende "para qué tanta ceremonia y tanto papeleo, cuando es tan fácil deshacerlo todo", confiesa. "Mi propia madre se ha casado y divorciado dos veces... ¡y me está alentando para que yo entre en la misma institución que a ella no le funcionó! La realidad es que no sé si estoy preparada para jurar ‘para toda la vida' cuando, obviamente, hoy día el matrimonio no es ‘hasta que la muerte nos separe'...". Sandra no es la única que piensa así; incluso las personas que creen en el matrimonio y que enfilan hacia el altar llenas de optimismo, admiten que esta institución milenaria enfrenta sus momentos más difíciles. Y es que las estadísticas no pueden ignorarse: en los Estados Unidos, se estima que el 49 por ciento de los matrimonios terminan en divorcio, y aunque el 82 por ciento de los casados celebran su quinto aniversario de bodas, sólo el 52 por ciento celebra el número 15. Además, aparentemente, la experiencia adquirida en el primer matrimonio no siempre ayuda en el segundo, ya que en ese país el 60 por ciento de los segundos matrimonios fracasan, lo mismo que el 73 por ciento de los que se casan por tercera vez. Pero este alto índice de divorcio no es exclusivo de los estadounidenses. De acuerdo con el sitio de Internet lovetoknow.com, en Suecia, el 64 por ciento de los matrimonios acaban en divorcio, mientras que en Canadá y en Francia el porcentaje es de un 45 y un 43 por ciento respectivamente. ¿Qué lleva a las parejas, aun las que se casan más enamoradas, y que trabajan en la relación, a alzarse de hombros y "tirar la toalla"? La Asociación Americana de Terapia Matrimonial y Familiar (AAMFT, por sus siglas en inglés) reporta que, de acuerdo con los consejeros matrimoniales, el 50 por ciento de las parejas que buscan terapia lo hacen por problemas de infidelidad, y se estima que el 90 por ciento de los divorcios ocurren porque uno o ambos de los esposos tuvo uno o más affairs extramatrimoniales. PROPONENTES DE UN NUEVO MODELOConsecuentemente, muchas personas comienzan a creer que el problema no es la infidelidad en sí, sino la adherencia a la monogamia, que ven como un modelo antiguo, ya obsoleto en los tiempos actuales, en los que incluso existen sitios de Internet que se dedican a buscar "relaciones discretas", para las personas casadas que desean vivir una aventura extramatrimonial, sin poner en peligro su matrimonio. Y para los que no creen en el subterfugio, asociaciones como la World Polyamory Association rechazan abiertamente la monogamia, pues sus miembros creen en las relaciones múltiples; o sea: de tres o más personas. "Una sola persona no puede, por mucho que trate, llenar todas nuestras necesidades a través de los años", dice un proponente de esta teoría. "Es preferible mantener un matrimonio abierto y traer otras personas a la relación, pero de una manera honesta, sin engaños", explica. ¿Radica la solución a la crisis matrimonial actual en ampliar los parámetros de esta institución y admitir modelos nuevos? Los que proponen que esta institución debe evolucionar para adaptarse a las necesidades de cada individuo, indican que sí. Los conservadores, que creen en preservar el matrimonio tradicional, insisten en que no. Sin embargo, en lo que sí están de acuerdo los expertos es en que el fracaso o el éxito de la relación amorosa depende de la calidad de la relación de la pareja. Y también concuerdan en los elementos que la destruyen o, por el contrario, la fortalecen. PASOS PARA EL FRACASOEl amor no muere de muerte natural; es asesinado por la propia pareja por medio de la indiferencia, la agresión y la falta de comunicación. Estos son los "jinetes del Apocalipsis", que debilitan y pueden destruir la relación. Y aunque de ninguna manera justifican la infidelidad, sí explican por qué algunas personas buscan "algo más" -lo que sienten que han perdido en sus vidas- fuera del matrimonio. El silencio. La pareja que no se comunica, se va distanciando gradualmente, tanto en el plano emocional como en el físico. Las críticas. Cuando son continuas, llegan a sentirse como un ataque y apagan los sentimientos positivos. El abandono. Si ya no se esmeran en lucir bien el uno para el otro, la atracción va disminuyendo, hasta que llega a desaparecer del todo. Las distracciones. Cuando ponemos la televisión, los amigos, los compromisos, otros miembros de la familia o el trabajo por encima de la pareja, se crea una distancia que acaba con la intimidad. Esto afecta la relación afectiva y, lógicamente, la sexual. Las peleas constantes. Esto los sume en una peligrosa rutina de ataque y contraataque, que los convierte en enemigos. VITAMINAS PARA EL AMORAfortunadamente, también hay potentes "vitaminas" que fortalecen la relación. La clave del éxito radica en tomarlas a diario: Desarrolla una actitud realista. Entiende que la pasión y la fascinación de los primeros años da paso a la estabilidad y la compenetración. Por esperar eternos "fuegos artificiales", muchas personas abandonan la relación en su mejor momento. Cultiva el romance. Una nota amorosa en su bolsillo, un regalo "solo porque sí", o una cena especial los mantienen enamorados. Por el contrario, el descuido, la falta de atención y la desconsideración generan desencanto y desamor. Es muy simple: aquello que abones, sea amor o desamor, es lo que florece. Elige tus peleas. No discutas por asuntos menores, como si él tapa o no el tubo de la pasta de dientes; trabaja con tu pareja en los temas realmente importantes para la relación. Comunícate. Es increíble el número de personas que creen que comunicarse quiere decir hablar sin medirse ni tomar en cuenta el alcance de las palabras. Escuchar es la clave. Escucha lo que trata de comunicarte tu pareja; repite lo que has creído escuchar, para asegurarte de que has entendido correctamente, y responde con la misma honestidad, tacto y sensibilidad que deseas recibir de esa persona. No se trata de "ganar" la batalla, sino de hallar soluciones. ¿Que no siempre es fácil? ¿Que requiere paciencia, diplomacia y madurez? Por supuesto, pero ese es el secreto de los matrimonios felices.