24/2/10

Diseños de tallas grandes se desfilaron en la última feria de Cali

Diseños de tallas 10 a 14 desfilaron en la última feria de moda en Cali. Las mujeres talla 12, antes ignoradas, luchan por la salud de quienes se dedican a modelar. Velvet D'Amour es una veterana de las pasarelas y ha desfilado creaciones de Jean Paul Gaultier y John Galliano; Crystal Reen fue recientemente la protagonista de la carátula y el editorial de moda de la prestigiosa revista norteamericana V Magazine; Lizzie Miller y sus fotos en la revista Glamour (en las que se le veía algo de barriga) provocaron más cartas de apoyo que las de cualquier otro personaje en los últimos tiempos. Las tres son hermosas y reconocidas modelos que, paradójicamente, si vivieran en Colombia no tendrían trabajo... por lo menos no meneándose sobre una pasarela. La razón es de peso, literalmente, y se resume en unos rollitos (varios, para ser más precisos) de más en la cintura; entre 15 y 20 centímetros adicionales a los 90 que se estilan en la cadera, y otras combinaciones numéricas -siempre a favor de ellas- en sitios estratégicos como el busto, los muslos, los brazos y las pantorrillas. Ellas, al lado de otros rostrosmenos populares, representan una tendencia creciente en el modelaje mundial que empezó a apostarles a mujeres con cuerpos más rellenos y, sobre todo, más cercanos a la realidad de la mayoría de mujeres del mundo. Y aunque en estos días de ferias y semanas de moda en el mundo -acaban de terminar la Semana de la Moda de Nueva York y la II Semana Internacional de la Moda de Bogotá- lo que más se ve en materia de modelos son figuras delgadas, algunas tallas 0 y como máximo una talla 6, la apuesta por las maniquíes humanas 'gorditas' ya tiene repercusiones importantes. La 'hambrienta' La inspiradora de este movimiento -del que han hecho eco importantes medios impresos como 'The New York Times' y 'El País', de Madrid- es la modelo norteamericana Crystal Reen, quien en septiembre del 2009 lanzó su libro Hungry (Hambrienta). En sus páginas, la joven de 23 años y actual modelo de la agencia Ford (una de las más reconocidas del mundo) relata la experiencia vivida desde los 14 años, cuando empezó la pesadilla que la llevó a volverse anoréxica para mantenerse como modelo talla 0 y así seguir vigente en su profesión. Hoy las cosas son diferentes para ella y no precisamente porque el glamour y la fama que la han acompañado siempre la hayan dejado. Todo lo contrario, con sus 96 centímetros de busto, sus 82 de cintura, sus 109 de cadera y sus muy bien distribuidos 75 kilos de peso, Reen triunfa en pasarelas como la de alta costura Jean Paul Gaultier, en el 2005 y la de Elena Miró, con la que cerró la Semana de la Moda de Milán. También apareció en las ediciones norteamericana, francesa e italiana de la revista Vogue y ha sido estrella de campañas como la de la marca Dolce & Gabanna y la española Mango, que no sólo la nombró protagonista de su iniciativa 'Why not?' (¿Por qué no?), sino que se inspiró en su historia para ampliar su estrecho portafolio de tallas y llevarlo de la 34 a la 46 en Europa (14 o 16 en el mercado colombiano). El surgimiento de modelos talla 10 y 12 -hasta hace unos años ignoradas y casi vetadas en la industria del modelaje- se debe en parte a una lucha que se ha dado en varios eventos internacionales de moda por la salud de quienes se dedican al modelaje. Desde la Pasarela Cibeles (España), pasando por la Semana de la Moda de Sao Paulo (Brasil) y hasta Colombiamoda (Medellín) se han escuchado voces en contra del uso de modelos extremadamente delgadas. Algunas de ellas, incluso, han sido rechazadas por su inquietante flacura. Historias de ese estilo fueron las que inspiraron a Stephen Gan, editor de V Magazine, a destacar la tendencia de las modelos 'plus-size' en su publicación. Así mismo, importantes agencias de modelaje como Ford y Wilhelmina ya tienen divisiones de tallas grandes en las que han firmado a talentos como Reen y Miller. ¿Y en Colombia? En Colombia, entre tanto, la tendencia nos llega solamente a través de revistas y programas de televisión. Aquí, de mujeres talla 10, 12, 14 y 16 sobre las pasarelas, presentando la sección de farándula de un noticiero o protagonizando una campama de maquillaje, más bien poco. La única 'gorda' que ha logrado algo de protagonismo es la actriz Constanza Hernández, que ganó un casting para hacer una obra de teatro del mismo nombre y que ha reivindicado en algo el nombre de las rellenitas. "El mercado para las tallas grandes existe -dice Irma Aristizabal, directora y fundadora de Stock Models-, pero el debate está en que la gran mayoría de diseñadores trabajan para las tallas 6 y 8 y es eso lo que quieren ver sobre las pasarelas". Sin embargo, reconoce Aristizabal, la petición de hacer eventos que incluya a mujeres más reales y parecidas a las colombianas es permanente. En el país la mayoría de las marcas de ropa femenina más populares -nacionales o importadas- siguen sin incluir a las mujeres 'con curvas' en su tallaje y reducen su oferta a las tallas 4, 6 y 8, que deja afuera a cualquiera que tenga un poco más de busto o cadera de lo tradicional. Modelos con reconocimiento actual como 'La Toya' Montoya y Julieta Piñeres son talla 6, en tanto que otras tops (para el mercado colombiano) como Norma Nivia, alcanzan la talla 8. "Pero no tenemos ni hemos tenido una modelo talla 10 o 12. Me encantaría tenerla, pero no estoy segura de que bajo las condiciones actuales pudiera ponerla a trabajar", dice Aristizábal. En octubre del 2009, sin embargo, el diseñador Felipe de la Pava y su socia Jenny Tavares, de la marca Tavares De La Pava (Cali), se lanzaron a hacer una pasarela con tallas grandes, en el Cali Exposhow, de la capital del Valle. "La idea surgió de las mismas clientas de nuestro almacén que reclamaban más opciones para quienes no se pueden vestir a la moda con las tallas convencionales", dice Felipe. Organizaron un desfile con una docena de 'modelos' (la mayoría clientas de la tienda que hicieron las veces de modelos) y mostraron una colección en la que se vieron tallas 12, 14 y hasta 16. Tatiana Ocampo, de 24 años, fue una de las jóvenes que participaron en el desfile. Aunque no es modelo profesional, ni aspira a serlo, conoce de cerca la profesión a través de su hermana, que sí lo es. Para la fecha del desfile era talla 12, pero ella no se considera gorda. "Nunca... sé que soy grande porque mido 1,76 y mis medidas son 90, 73, 105. Pero jamás me he visto gorda ni es la clase de comentario que recibo, todo lo contrario". Las apuestas más optimistas de los especialistas señalan que la categorías XL o 'plus-size' llegó para quedarse y no sólo como una curiosidad o una excepción digna de resaltar dentro de un evento de modelos flacas. Sólo el tiempo dirá si una profesión tan arraigada en el campo de lo estético y de las apariencias tiene la capacidad de ampliarse a otro tipo de figuras. TATIANA MUNÉVAR BAHAMÓNSubeditora VIDA DE HOY