12/5/12

La historia de nuestro amigo " El abanico"


Publicado el 12 de May de 2012 7:53 am |
“Cubrirse del sol con el abanico significa que eres feo y no le gustas”. Esta y otros fascinante significados del abanico y su historia que data antes de la aparición de Cristo podrás encontrar en un artículo publicado sobre el fiel acompañante para combatir el calor: el abanico.


Te presentamos el artículo publicado por el diario ABC:
Cuando el calor aprieta, nunca puede faltar. En este miniverano que estamos teniendo, el abanico es nuestro mejor y fiel acompañante para librarnos de las altas temperaturas.
Su aparición se remonta desde tiempos inmemoriables; incluso desde antes de la aparición de Cristo. Egipcios, babilónicos, persas, griegos y romanos utilizaban este utilensilio como se refleja en sus obras, tanto pictóricas como en la literatura. Algunos, aparecidos en la civilización egipcia, eran de gran tamaño, fijos, con plumas y de largos mangos. Su finalidad no sólo era dar aire, sino que se utilizaban, sobre todo, para espantar a los insectos.
Los griegos los denominaron flabelos, y queda constancia de ello, en los escritos literarios. Eurípides durante su tragedia Helena (412 a.C) habla de un eunuco que abanicaba a la mujer de Menelao mientras dormía, para evitar que los insectos no la molestasen durante su sueño. Este uso se repitió a lo largo de la historia. El primer emperador del imperio romano César Augusto (63 a.C- 14 d.C) tenía varios esclavos que iban armados de grandes abanicos para mitigarle el calor y espantarle las moscas.
El miosoba para espantar a los insectos; el ripis para mover el aire, y el psigma para refrescarse.
Después este utensilio se utilizó y se extendió como signo de belleza y moda entre las griegas. Se distinguían varios tipos: el miosoba para espantar a los insectos; el ripis para mover el aire, y el psigma para refrescarse.
La tradición del uso del abanico en China es milenaria; se remonta a los años del emperador Hsien Yuan en 2697 a.C. Cuenta la leyenda que su invención es debida a la hija del mandarín Kan-Si durante un baile de máscaras, cuando, debido al calor, ésta agitó rápidamente su antifaz para darse aire y para que los hombres no vieran su cara. Este gesto fue imitado por todas las mujeres que estaban presentes en la fiesta.
El nacimiento del abanico plegable nació en Japón. Cuenta la leyenda que en siglo VII lo creó un obrero japonés llamado Tamba inspirándose en las alas de los murciélagos, y denominó a este artilugio «komori» (murciélago en japonés). Después se utilizó en el teatro japonés, denominándose «Kabuki», donde se empezó a crear complejos movimientos de señas.
Los portugueses fueron quienes extendieron el uso del abanico en Europa; a partir del siglo XV, cuando abrieron rutas comerciales en Oriente.
Durante el Renacimiento, en los siglos XVI y XVII, el abanico tuvo una gran acogida. Isabel I de Inglaterra decía a sus damas que «una reina sólo puede aceptar un regalo: el abanico», y aseguraba que cualquier otro obsequio era desmerecido.
El abanico en España data en el siglo XIV cuando se cita en la Crónica de Pedro IV de Aragón como oficio de los nobles que acompañaban al rey. Pero es en el siglo XVII cuando se afianza su uso. El artesano francés Eugenio Prost se instaló en nuestro país, bajo la protección del conde de Floridablanca, y fue el máximo productor de abanicos, superando incluso a Italia y Francia. Este utensilio era el capricho de la moda del momento.
Se fabricaban con diferentes relieves, colores, materiales variados, formas, diferentes tamaños y para todos los usos: bodas, funerales, para la casa, el jardín, o de bolsillo (éstos fueron utilizados por los hombres, ya que, al principio, se usaban indistintamente, no tenían género).
Cuenta la leyenda que en siglo VII lo creó un obrero japonés llamado Tamba inspirándose en las alas de los murciélagos, y denominó a este artilugio «komori»
Los abanicos de pericón, de grandes dimensiones y realizados con la técnica de encaje de bolillos, fueron creados en el siglo XIX y se utilizaron sobre todo en el mundo de la danza, el flamenco y el teatro. Federico García Lorca lo describe en su tragicomedia teatral «Don Cristóbal y la Señá Rosita», que se estrenó en 1937.
Hoy en día, sólo perdura una escuela-taller mundial de abanicos y se encuentra en Cádiz y exporta a todo el mundo. Los grandes artesanos y artistas se sitúan en Aldaya (municipio de la Comunidad Valenciana).
El lenguaje del abanico
La utilización del abanico llega hasta nuestros días. No sólo era indispensable como elemento que acompañaba con la indumentaria, sino que sus movimientos, su posición y su colocación se convirtieron en un lenguaje, tanto gestual como alfabético.
La damas del siglo XIX y XX utilizaban esta forma de comunicación disimulada como declaración de amor, ya que la libertad de expresión femenina era nula, y, también, para evitar que sus madres se enterasen del cortejo con los hombres.

Algunos significados de los gestos:

Abanicarse rápidamente: la mujer le ama con intensidad.
Abanicarse lentamente, o abrir y cerrar muy despacio el abanico: es una mujer casada y ese hombre le es indiferente.
Cerrar despacio. Ese cierre significa un “Sí”. Si se abre y cierra rápidamente significa, “Cuidado, estoy comprometida”.
Cerrar rápido. Cerrarlo de forma rápida y airada significa un “No”.
Dejar caer el abanico significa: te pertenezco.
Levantar los cabellos. Si levanta los cabellos o se mueve el flequillo con el abanico significa que piensa en ti, que no te olvida.
Si cuenta las varillas del abanico o pasa los dedos por ellas quiere decir que quiere hablar con él.
Cubrirse del sol. Significa que eres feo, que no le gustas.
Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir “Puede besarme”.
Si lo apoya sobre la mejilla derecha significa “Sí”. Sobre la mejilla izquierda es “No”.
Si presta el abanico a su acompañante, malos presagios. Si se lo da a su madre, quiere decir “Te despido, se acabó”.
Dar un golpe con el abanico sobre un objeto, significa impaciencia.
Si sujeta el abanico abierto con las dos manos, significa “es mejor que me olvides”.
Cubrirse los ojos con el abanico abierto, significa “Te quiero”. Si se cubre el rostro puede significar “Cuidado, nos vigilan.
Si se pasa el abanico por los ojos significa, Lo siento. Si cierra el abanico tocándose los ojos quiere decir, “Cuando te puedo ver”.
Cubrirse la cara con el abanico abierto, significa: Sígueme cuando me vaya.
Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir “Puede besarme”.
Si apoya los labios sobre el abanico o sus padrones, significa desconfianza.
Pasarlo por la mejilla significa “estoy casada”.

Deslizarlo sobre los ojos: 
“vete, por favor”.
Con información de ABC

11/5/12



Gaudí Novias 2013: Carla Ruiz afianza la capa como 'el nuevo velo'

Sonia Peña y Ana Torres también desfilaron en la última jornada de desfiles

http://www.hola.com/novias/galeria/2012051158488/gaudi-pena-ruiz-2013/1/

Carla Ruiz sustituye el velo por la capa en su colección 2013

Se había dejado ver en algunos de los desfiles de Cibeles Madrid Novias: la que en principio parecía una tímida invitada se convertía ayer, en la última jornada de la pasarela Gaudí Novias, en dueña y señora de las tendencias con nombre propio de cara al año que viene. 



Vestido de novia blanco y rojo, de Carla Ruiz

La capa es el nuevo velo; así lo gritaba a los cuatro vientos el penúltimo desfile del día, firmado porCarla Ruiz, y corroborado de todas todas unas horas más tarde en el esperadísimo y exclusivo showde Pronovias. Una victoria inesperada sobre el tradicional velo, que, en manos de esta firma afincada en Málaga, transforma a las novias en heroínas de cuento, Caperucitas de un mundo moderno, que defienden con fiereza el rojo como color de moda en el mundo nupcial.

Vestidos vaporosos con múltiples capas de tul, que se llenan de pétalos en relieve, volantes y aplicaciones de encaje bordado, y que contrastan con una gama de propuestas más ornamentada, con largos vestidos encorsetados y faldas de amplio vuelo, que no desentonarían en el armario deBlancanieves.



Faldas a la rodilla y grandes pamelas de plumas, de Sonia Peña

Ana Torres, que este año ha hecho 'doblete' presentando su colección tanto en Barcelona como en Madrid, mantenía su colorida propuesta inspirada en la obra del genio Andy Warhol, mientras que Sonia Peña se desmarcaba con una apuesta más personal, sacada de las propias impresiones de la diseñadora tras un viaje a la Provenza francesa.



Sonia Peña, colección 2013

Las texturas estilo Chanel, simulando un efecto petit pois, se convierten en su mayor novedad para 2013, rematadas siempre con encajes y puntillas, sobre una paleta de colores salida de la mismísima campiña francesa: lilas, corales, limas... ponen el contrapunto a los rasgos más racialesde esta colección, que no renuncia a señas de identidad tan potentes como los lunares y volantes.


Colores: El rojo, tanto en novias como en invitadas, se convierte definitivamente en la tonalidad a tener en cuenta el próximo año.

La tendencia: Desde luego, la capa, una prenda en principio inverosímil en un outfit de novia, pero que, asombrosamente, funciona a la perfección a la hora de sustituir al tradicional velo.

Vestidos destacados: El modelo en color blanco plata de Carla Ruiz, con cuerpo de encaje carmín a juego con el interior del vestido.