19/4/12

Mantener impecables las juntas de la cerámica

Mantener impecables las juntas de la cerámica
¿Pasarían las juntas de azulejos y baldosas de tu casa un test de higiene y limpieza? Si no estás seguro, quizá no estés realizando el mantenimiento adecuado de paredes y suelos en cocinas y baños. Mantener las juntas limpias y en buenas condiciones es más fácil de lo que piensas. Mira cómo…
Las juntas de azulejos y baldosas están hechas de una masilla que rellena los huecos vacíos entre estos revestimientos, manteniéndolos unidos, y evitando que sus bordes se resquebrajen. Con el tiempo, las juntas se ensucian y deterioran en las habitaciones húmedas de la casa, generalmente por la condensación del agua, y pueden proliferar los hongos en ellas. Por suerte, es sencillo mantener impecables las juntas en cocinas y baños, especialmente si no dejamos pasar mucho tiempo y realizamos un mantenimiento regular.
La periodicidad siempre queda a la libre determinación de cada persona. Pero por poner un límite, diremos que al menos una vez al año debes realizar la tarea de mantener las juntas de azulejos y baldosas en buen estado.
Limpieza de juntas
Una vez que las juntas pierden su blancura, llega el momento de aplicar soluciones limpiadoras eficaces, y a ser posible económicas y poco nocivas. Quizá con eso sea suficiente.
El limpiador más eficaz en este caso es la lejía y la herramienta para aplicarla un cepillo de dientes o un cepillo de uñas, por lo que no te queda más remedio que arrodillarte en el suelo... Necesitas armarte de paciencia para, provisto de un par de guantes de goma, frotar bien las juntas. En el suelo, tienes la posibilidad de dejar que la lejía actúe desde unos minutos a unas horas y luego aclarar. Es importante a la hora de aclarar utilizar agua fría (no caliente para evitar respirar los nocivos vapores de la lejía).
En las paredes no tendrás la misma suerte, porque los líquidos caerán hacia abajo según los apliques. Por eso, es recomendable añadir a la lejía un producto más: bicarbonato de sodio. Forma una pasta con ellos y aplica en las juntas. Luego insiste con el cepillo de cerdas. Se trata de dos productos muy eficaces en la limpieza de la casa, por lo que las posibilidades de éxito se multiplican.
Otra fórmula para el suelo consiste en utilizar un producto con oxígeno activo mezclado con agua templada, dejando actuar 15-30 minutos. Pasa luego un cepillo de púas de plástico, cerdas, etc. e insiste a continuación con una fregona empapada en agua con el mismo producto, aplicándola sin apenas escurir. Después de media hora aclara todo con agua fría limpia.
Aplicar masilla para renovar las juntas
Si ves que las juntas además de sucias están deterioradas, entonces frota con un cuchillo o un destornillador para eliminar el máximo de junta y aplica luego una masilla especial para esta tarea. Los albañiles echan una lechada, a menudo solo de cemento si las juntas son mínimas, o de un producto especial que aporte elasticidad si las llagas entre baldosas son anchas. Para juntas mínimas te servirá una masilla lista para usar de las que vienen en un tubo. Aplica y cuando se seque, transcurrido el tiempo indicado por el fabricante, pasa una esponja humedecida o estropajo poco abrasivo hasta conseguir retirar la capa que haya podido quedar sobre la baldosa o azulejo; aclara y vuelve a pasar la esponja todas las veces que sea necesario. Es posible que tengas que utilizar un raspador de vitrocerámica para eliminar algunos restos.
¡Y, voilà, juntas otras vez como nuevas!
decoestilo.com
Fotografías: Dremel

18/4/12

Remedios para las uñas enterradas

Remedios para las uñas enterradas
Autor: Editor EA el Mié, 18/04/2012 - 11:01.
BellezaPiesSalud y bienestaruñas
¡Ay, cómo duele una uña enterrada! ¿Te ha pasado que no puedes ni caminar porque esa uña te roza con el zapato? Las uñas enterradas son delicadas porque si se te complican pueden terminar en una infección grave. Si tienes una uña enterrada y se te ha infectado debes ir a un podólogo. No intentes que la pedicurista de la esquina te la desentierre con sus instrumentos poco aseados, ni intentes arrancarte algo con lo que tienes en casa. Voy a compartir contigo varios tips sobre cómo tratarlas.
Remoja tus pies en agua tibia todos los días durante unos minutos. Sécalos muy bien, con suavidad.
Si se te entierra seguido, acude con el podiatra, sobre todo, si padeces alguna enfermedad crónica o diabetes; con esta última, una uña encarnada constituye un peligro importante con riesgo de derivar en pie diabético.
Si tu uña está muy enterrada y aparece carne roja alrededor, debes ir con el especialista para que corte adecuadamente tus uñas. En ocasiones, el médico podría aplicarte anestesia local para insensibilizar la zona lastimada o limpiar la infección, si existe.
Corta tus uñas de forma recta, nunca ovalada, aunque sientas que con ello estas quitando la parte que se encarna. Que los bordes exteriores queden paralelos a la piel de tu dedo. No cortes al ras, déjala un poco crecida.
Para eliminar la uña encarnada y aliviar el dolor necesitas:
- 1 diente de ajo.
- 1 puñado de sal gruesa
- Manzanilla
- Envase
- T para uñas
- Una lima para uñas
Primero higieniza los pies y la uña con jabón antiséptico. Debes poner a hervir el agua con la manzanilla, esta tiene propiedades desinflamatorias. Mientras tanto pela el diente de ajo y córtalo por la mitad, luego frótalo sobre la uña encarnada, el ajo tiene una propiedad antiséptica; déjalo actuar 20 minutos. Retira el agua del fuego y déjalo enfriar un poco, sumerge el pie en el envase y añade el puñado de sal. Sumerge los pies en el agua durante 20 minutos. El agua y la sal además de aliviar el dolor de la uña encarnada y descansar los pies, ablandara la uña y así se podrá cortar con más facilidad. Seca tus pies y con mucho cuidado corta la uña con forma cuadrada y retira lo que estaba enterrado.
Fuente: AOL